La contaminación acústica es la presencia en el ambiente de ruidos o vibraciones que impliquen molestia, riesgo o daño para las personas, para el desarrollo de sus actividades o para los bienes de cualquier naturaleza, o que causen efectos sobre el medio ambiente.
Estos ruidos pueden ser originados por obras tanto públicas como privadas que, en ocasiones, pueden repercutir de forma negativa en el entorno. Por ello, es habitual que las empresas o particulares, ya sea por iniciativa o por exigencias de la administración, se vean en la obligación de controlar de alguna forma estas emisiones.
Una manera de controlarlo es mediante la realización de mediciones acústicas por un laboratorio capacitado para ello como es PRECOVER. Con estas mediciones se puede determinar el impacto de las obras, así como evaluar las posibles medidas correctoras para aminorar su repercusión (en caso de ser necesario) y así evitar incumplimientos normativos.
PRECOVER, con una larga experiencia en este campo, pone a disposición a sus mejores técnicos para la realización de estos trabajos.