Un campo electromagnético (CEM) es una combinación de ondas eléctricas y magnéticas. Estos campos electromagnéticos no pueden ser percibidos a simple vista, son invisibles, pero eso no significa que no estén presentes en nuestro entorno.
Las ondas electromagnéticas son producidas por diversos aparatos o instalaciones, como por ejemplo las líneas de media y alta tensión, los transformadores eléctricos de los centros de transformación y subestaciones eléctricas, electrodomésticos (neveras, las pantallas de ordenador, radios, televisores, antenas de telefonía móvil, teléfonos móviles, hornos microondas, el Wi-Fi…), etc.
Siempre y cuando los niveles de exposición a estos campos electromagnéticos estén por debajo de lo establecido por la normativa o recomendaciones internacionales, se podría indicar que no son perjudiciales para la salud de las personas. Sin embargo, para poder determinar estos niveles, y garantizar su valor, se requiere de una serie de equipos específicos, así como de personal cualificado y procedimientos de medida para su correcto estudio, como es el caso de PRECOVER.